martes, 9 de abril de 2013

La chaqueta metálica

Como decíamos ayer (siempre quise decir esta frase, aunque no tenga exactamente el mismo sentido que le dieron los grandes personajes que la dijeron) no todos los viejos estamos sordos. Ni nos enteramos mejor por el hecho de que nos griten.
Con ese "griten" hablo de "la gente" en general, pero del sargento Hartman en particular. En "nuestro" particular universo tenemos a "nuestro" particular sargento Hartman...la fisioterapeuta! Esta joven (no creo que tenga más de 25 años) podría dirigir un pelotón de combate que lucharía acojonado cuerpo a cuerpo con el enemigo...no por el enemigo, no, sino por las posibles represalias de su sargento si no dan la vida en el campo de batalla. Decir que tiene una voz potente es quedarse corto. Decir que tiene poco tacto es pasarse de prudente.
Esta joven no te explica los ejercicios, te los arroja verbalmente a la cara. Pero no te preocupes, que si no lo has entendido te dirá "¿Es que no me has oído?" y a continuación te los explicará de nuevo...más alto, mucho más alto aún. Tan alto que parece mentira que quepa una voz tan fuerte en un cuerpo tan pequeño. Ni siquiera se le pasará por la cabeza que quizá no entiendas qué significa lo que te está pidiendo o que has olvidado la primera orden que te ha dado. Lo cual es bastante probable cuando te da diez ordenes seguidas, a razón de una por segundo. Caramba, ¿no era yo el que tenía Alzheimer? ¿No se supone que se me olvidan las cosas?.
"Y ¿esta jovencita por qué tiene que hablarme así?" Me preguntaba el otro día Hortensia, una señorina encantadora de unos 2000 años, menuda y vivaracha, que entró en el centro hace poco más de un mes..."¿Estará enfadada conmigo? ¿He hecho algo mal?", preguntaba la pobre, agobiada porque, como ella dice, "con esto del "ceimer" a veces me comporto un poco mal"..."No, Hortensia", la tranquilizaba yo, "no se preocupe, es siempre así, es que se ha tragado un sargento, pero no es culpa suya"
Pero sí que parece que esté enfadada contigo por algo, como si le ofendiera personalmente que no fueras capaz de levantarte de la silla sin usar las manos o caminar entre las barras paralelas. "¿No te acuerdas -te dice intentando de algún modo dulcificar el tono de voz- que ayer te dije que no podías caminar solo?"...
...Pues no, no me acuerdo...tengo "ceimer", jovencita, "ceimer"...¿cuál es tu excusa?

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